Una despedida donde la admiración, cariño y agradecimiento estuvieron presentes, brindó el equipo regional de CONAF al jefe del departamento de Áreas Silvestres Protegidas, Carlos Nassar San Martín, quien se acogió a retiro de la institución que lo acogió durante 41 años de vida laboral.
Durante el encuentro realizado de manera virtual, hubo diaporamas, mensajes online y muchas anécdotas para compartir, pero por sobre todo reconocimientos al esfuerzo, tesón, capacidad de trabajo y superación de quien ahora es una fuente de consultas a nivel amplio sobre temas emblemáticos de la conservación de especies en el extremo norte de Chile.
Cuando Nassar llegó a Arica, procedente de Nueva Imperial, las oficinas de CONAF estaban en Maipú esquina de Colón. Desde allí emprendió su viaje al altiplano donde se inició como guardaparques y luego ocupó diversos cargos en la administración del Parque Nacional Lauca y el conjunto de áreas protegidas de lo que en ese entonces era la región de Tarapacá.
Contando con el reconocimiento las jefaturas a nivel nacional, destacó de forma especial por su labor en torno a los esfuerzos por sacar a la vicuña del peligro de extinción en que se encontraba. El aprendizaje adquirido lo llevaron incluso a representar al país en las reuniones del Convenio Internacional de la Vicuña.
Pero tales logros no llegaron de forma mágica. De sus inicios Nassar cuenta que “tuve que hacerme de libretas y, colocándome en el lugar de los turistas, me hacía preguntas acerca de los paisajes, especies y atractivos de la zona y poder responder con propiedad, porque un guardaparques es la cara visible de la institución. Lo que más me costó aprender fueron los nombres de los cerros”, comenta.
Fue así como andaba con “torpedos”, dice, o ayuda-memorias con los nombres de Quisiquisine, Vilañuñomani, Quimsachata o con las cifras de la superficie o profundidad del lago Chungara, todos datos que hoy conoce en detalle y no sólo en teoría, sino porque recorrió por décadas las extensiones de la Reserva de Biosfera Lauca, que agrupa al Parque Nacional Lauca, la Reserva Nacional Las Vicuñas y el Monumento Natural Salar de Surire”.
Nassar recuerda también cómo la institución le dio la oportunidad de participar en capacitaciones internacionales, como la que tuvo lugar en Costa Rica, donde asistían 21 profesionales de diversas disciplinas y sin embargo él obtuvo el segundo lugar en las calificaciones.
De hecho, fue una gran novedad para los asistentes conocer el método de captura para la esquila de vicuñas que aquí se empleaba, rescatando el chacku incaico. Expuse casi una hora y seguían interesados en la experiencia local. En tiempos más recientes le tocó también participar del curso “Técnicas forenses de investigación en crímenes contra la vicuña”, efectuado en Oregón, Estados Unidos y donde acudió con profesionales de la PDI, el Poder Judicial, SAG, Carabineros de Chile, entre otros.
De CONAF dice Nassar que “fue mi segunda casa y me entregó valores que asocié a mi vida personal y profesional”.
Héctor Peñaranda, director regional de CONAF, indicó por su parte que Carlos Nassar “deja un aprendizaje importante para los más jóvenes, que se inician en el trabajo por la conservación y el desarrollo sostenible que hoy tanto se necesita”.
Sobre la importancia de la conservación y el accionar actual, Carlos Nassar comenta que hay dos etapas. Dependiendo del estado de conservación de los recursos, primero tiene que haber una preservación absoluta de ellos. Si esto se va logrando, y a partir de antecedentes que muestren su recuperación, se podrá hacer uso de ellos. El ejemplo clarísimo de ello es la vicuña. En los años 80 era imposible su uso, pero luego dio paso a la explotación sostenible de la especie.
“Ahora es un tema de las comunidades, y no tan solo con la vicuña, que permite la esquila con el animal en vivo, pero también con otras especies que son importantes para la comunidad. Una que puede servir para el autoconsumo son las vizcachas. Su población aumentada puede ser dañina para los bofedales, afectando al ganado. Creo que con esa especie puede hacerse autoconsumo”.
Guardaparques y compañeros de la oficina regional reconocieron en Carlos Nassar el aporte a su propia formación profesional, y su ejemplo en el desarrollo de una carrera funcionaria.
Durante la despedida tuvo saludos de parte del gerente de Áreas Silvestres Protegidas, Italo Rossi, y asistió también Silvana Salfate, encargada nacional de Bienestar, área donde Carlos aportó también muchos años.
Especialmente emotivos fueron los saludos de su esposa Hermy Parra y sus hijos Habib y Saleh, ambos profesionales, quienes le felicitaron y agradecieron “su trabajo honesto y la enseñanza de dar lo mejor de sí mismos, que nos ha inspirado a nosotros y a otras personas”. En las redes sociales asimismo se registraron comentarios y saludos tales como “jubila un grande de la conservación de los Andes Centrales, pilar de programas exitosos. Larga vida y prosperidad”. Es el deseo de todos sus compañeros.